Archivo mensual: noviembre 2013

ÍTACA

Strait of Ithaca

Cuando salgas en el viaje, hacia Itaca

desea que el camino sea largo,

pleno de aventuras, pleno de conocimientos.

A los Lestrigones y a los Cíclopes,

al irritado Poseidón no temas,

tales cosas en tu ruta nunca hallarás,

si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta

emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga.

A los Lestrigones y a los Cíclopes,

y al feroz Poseidón no encontrarás,

si dentro de tu alma no los llevas,

si tu alma no los yergue delante de ti.

Desea que el camino sea largo.

Que sean muchas las mañanas estivales

en que con cuánta dicha, con cuánta alegría

entres a puertos nunca vistos:

detente en mercados fenicios,

y adquiere las bellas mercancías,

ámbares y ébanos, marfiles y corales,

y perfumes voluptuosos de toda clase,

cuanto más abundantes puedas perfumes voluptuosos;

anda a muchas ciudades Egipcias

a aprender y aprender de los sabios.

Siempre en tu pensamiento ten a Itaca.

Llegar hasta allí es tu destino.

Pero no apures tu viaje en absoluto.

Mejor que muchos años dure:

y viejo ya ancles en la isla,

rico con cuanto ganaste en el camino,

sin esperar que riquezas te dé Itaca.

Itaca te dio el bello viaje.

Sin ella no hubieras salido al camino.

Otras cosas no tiene ya que darte.

Y si pobre la encuentras, Itaca no te ha engañado.

Sabio así como llegaste a ser, con experiencia tanta,

ya habrás comprendido las Itacas qué es lo que significan.

Poeta: Constantino Cavafis

Otros enlaces relacionados con Cavafis en Animasmundi:

La muerte de Sarpedón

El simbolismo de troya

Para ampliar más información: la Ítaca de Ulises.

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El alma en los filósofos presocráticos

Demócrito y Heráclito. Johann MoreelseLos filósofos presocráticos concibieron el alma como el principio vital que determina las actividades de los seres vivos, pero no alcanzaron una comprensión del alma como una realidad independiente del cuerpo, divina e inmortal. Así por ejemplo, los atomistas aceptaron su existencia, pero la consideraron compuesta de átomos más perfectos que el resto pero materiales, la concibieron formada de átomos esféricos y lisos, y por tanto mortal.

La filosofía griega puede ser dividida entre aquellos filósofos que buscaban una explicación del mundo en términos físicos y quienes subrayaban la importancia de las formas inmateriales o ideas. La primera escuela importante de la filosofía griega, la jonia o milesia, era en gran parte materialista. Fundada por Tales de Mileto en el siglo VI a.C., partió de la creencia de Tales según la cual el agua es la sustancia primigenia de la que procede toda materia. Anaximandro ofreció una idea más elaborada y mantuvo que la base de toda materia es una sustancia eterna que se transforma en todas las formas materiales conocidas comúnmente. Esas formas, a su vez, cambian y se funden en otras de acuerdo con la regla de la justicia, es decir, una especie de equilibrio y proporción. Heráclito consideraba que el fuego es la fuente primordial de la materia, pero creía que el mundo entero está en constante cambio o flujo y que la mayoría de los objetos y sustancias se producen por la unión de principios opuestos. Consideraba el alma, por ejemplo, como una mezcla de fuego y agua. El concepto de nous (inteligencia), sustancia infinita e inmutable que penetra y controla cada objeto viviente, fue desarrollado por Anaxágoras, que también pensaba que la materia consistía en partículas en una escala infinitesimal pequeña, o átomos. Compendió la filosofía de la escuela jonia al proponer un principio no físico director, junto a una base materialista de la existencia.

ESQUEMA DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICOS DE LOS PRESOCRÁTICOS

TALES DE MILETO

Predijo un eclipse solar.

El agua es el origen de todas las cosas.

Midió la altura de una pirámide en Egipto, teniendo en cuenta la sombra de sí mismo.

ANAXIMANDRO DE MILETO

La materia prima era algo indefinido, algo así como que «todo lo que se ha creado, tiene que ser distinto a lo creado».

ANAXIMENES DE MILETO

El origen de todo es el aire.

Tiene que coexistir los 4 elementos para que surgiera vida.

PARMÉNIDES

Todo lo que hay ha existido siempre.

Todo lo que existe es eterno: nada puede surgir de la nada.

Los sentidos nos hace ver cómo cambiaban las cosas; pero, la razón nos dice otra.

Optó por la razón.

Los sentidos se equivocan; la razón es la fe en la razón humana.

HERÁCLITO

Creía en los rasgos constantes.

Nada dura eternamente: «nunca te bañarás dos veces en el mismo río». Tú y el río no son iguales de un día para otro.

El mundo está basado por constantes contradicciones: «si no hubiera nunca invierno, no nos daríamos cuenta de la primavera».

Tiene que haber una razón universal (logos) que dirige todo lo que sucede, pero que la mayoría vive su propia razón.

EMPÉDOCLES

Se fía de los sentidos.

El agua pura será siempre agua pura.

Los 4 elementos se mezclan entre sí y al separarse (muerte) quedan intactos. Ejemplo: la mezcla de los colores.

ANAXÁGORAS

Todo estaba compuesto por  pequeñas partículas, invisibles a los ojos humanos.

No aceptó la idea de que tierra, agua, fuego, aire se convierta en sangre y fuego.

Le interesó la astronomía.

DEMÓCRITO

El alma está conectada al cerebro y al morir se pierde la conciencia. Al desintegrarse en átomos, entraría en otra alma en proceso de creación.

El creía en lo material: materialista.

El alma está formada por «átomos del alma»

La naturaleza está compuesta por átomos.

Todo ocurre mecánicamente.

No acepta ninguna fuerza espiritual en la naturaleza.

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Obra recomendada:

Historia de la filosofía griega (VARIOS)

Enlaces recomendados sobre la misma temática:

El alma en Tales de Mileto

El alma en Epiménides

Empédocles

Jenófanes de Colofón

El alma a través del mito

El alma de las plantas y de los animales

El alma a través de el mito

 

 

 

 

 

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Mitos sobre el origen del cosmos y los dioses

Atlas and globe Earth Galleries NHM London

Las narraciones relativas al origen del cosmos y de los dioses, que acaecieron en un tiempo mítico primordial, es decir, anterior a la época de las generaciones de los hombres, ocupan un lugar central en el pensamiento del periodo arcaico griego. Principalmente su función era ayudar a crear una orientación del hombre en su representación del mundo. Funcionan pues universalmente como un modelo arque-típico. Mediante estos mitos conforman su ideario del mundo: el Caos (que etimológicamente es algo así como el bostezo inicial de la naturaleza, la separación) se transforma aquí en un mundo organizado. Ofrecen pues estos mitos un modelo dinámico y  generativo del cosmos: explican la separación del cielo y la tierra y el paradójico sostén de ambos. Justifican el porqué no se caen y el carácter sólido, firme  de la bóveda del cielo.

Cuentan, por otra parte, estos mitos, dentro de un esquema marcadamente antropomórfico y sexual, las relaciones del cielo y la tierra, con uniones y separaciones sucesivas. Subyace aquí comúnmente un modelo dialéctico de tensión entre contrarios, expresado como lucha y amor cósmicos. Podemos encontrarnos en los textos de la Teogonía de Hesíodo un modelo sencillo y directo, a veces brutal, de  la historia de los inicios. Otros poetas, como el autor helenístico Apolonio de Rodas, que vivió en el siglo III a.C., en el libro I de sus Argonáuticas,  cantaron  al origen del mundo con idéntica fascinación.

El griego de la época homérica consideraba que la bóveda del cielo estaba sostenida por uno de los dioses primordiales, de la generación divina anterior a la olímpica, condenado por Zeus a este trabajo eterno y titánico. Se trata de Atlasel astuto malvado que intuye los senos marinos y vigila las largas columnas, sustento del cielo (La Odisea). También el mar tuvo dioses originarios como Proteo, o Nereo, otro viejo del mar que fue anterior a la generación de los olímpicos, es decir, a Poseidón, el padre de las Nereidas.

Diomedes and Glaucus

Diomedes and Glaucus (Photo credit: Wikipedia)

Hay que destacar que los griegos no creyeron en una creación del mundo de la nada, sino que tendieron a aceptar más bien la representación de que el espacio y el tiempo seguían un movimiento cíclico, circular. La idea de un continuo retorno a lo que fue antes para recomenzar el proceso de nuevo subyace en algunas de las imágenes cósmicas del hombre griego. La encontraremos en los pitagóricos (vinculada al ciclo de las reencarnaciones sucesivas) y en Platón. La naturaleza, siempre en constante renovación, engendradora, será inspiración de este sentimiento cíclico del tiempo y de la vida. Por ejemplo, en el canto VI de la Ilíada, Diomedes, hijo de Tideo, pregunta a Glauco su identidad antes de enfrentarse a él en el combate que da gloria a los varones: ¿Quién eres tú, oh, muy valiente, de los hombres mortales? A lo que contesta Glauco, con estas palabras: Magnánimo hijo de Tideo ¿por qué me preguntas mi linaje? Cual es el linaje de las hojas, tal es también el de los hombres. Las hojas, a unas el viento hace caer a la tierra y otras engendran el bosque al rebrotar, y sobreviene la estación de la primavera. Así es la generación de los hombres: uno nace, otra cesa.

Obras recomendadas: Las Metamorfosis 013. Obras y fragmentos. Teogonía. Trabajos y Días. Escudo. Fragmentos. Certamen. (BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS)

Enlaces de Animasmundi relacionado con la temática: La Teogonía; Metamorfosis; Edad de Oro

 

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El simbolismo serpentino

English: Statue of Asclepius, exhibited in the...

English: Statue of Asclepius, exhibited in the Museum of Epidaurus Theatre, in the city of Epidaurus (Greece) Español: Estatua de Asclepio, exhibida en el Museo del Teatro de Epidauro, en la ciudad griega de Epidauro. (Photo credit: Wikipedia)

En mitología y religión, y en particular en la griega, el término ctónico (del griego antiguo χθόνιος khthónios, «perteneciente a la tierra», «de tierra») designa o hace referencia a los dioses o espíritus del inframundo, por oposición a las deidades celestes, especialmente Hades y Perséfone. Todas estas divinidades estaban ligadas simultáneamente a las nociones de la vida y la muerte en la medida en que los vegetales, fuente y símbolo de la vida, hunden sus raíces y extraen su alimento de las profundidades de la tierra. El animal ctónico por excelencia era la serpiente, y como tal figuraba en el caduceo de Asclepio, dios de la Medicina. En la mitología griega Asclepio o Asclepios (en griego Ἀσκληπιός), Esculapio para los romanos, fue el dios de la Medicina y la curación, venerado en Grecia en varios santuarios. Asclepio se convirtió en el centro del culto popular. Se construyeron templos en su honor en todas las poblaciones de Grecia. Acudían multitudes que pasaban la noche en habitaciones especiales donde dormir. Allí esperaban que el dios los curara directamente por medio de una aparición en sueños o que sus sueños les indicaran una cura o signos que el sacerdote del templo pudiera interpretar.  El poder de resucitar a los muertos fue el motivo que indujo al dios Zeus a terminar con la vida de Asclepio. El dios Zeus no estaba muy conforme con la resurrección de los mortales pues temía que se complicase el orden del mundo. Asclepio ascendió a los cielos y se convirtió en la constelación de Serpentario.

Hay que destacar que la serpiente fue un animal muy aceptado en la antigua Grecia. Como animal alma, la serpiente estaba especialmente relacionada con la tumba y sobre todo con la tumba del héroe, representado como un símbolo de fecundidad y supervivencia. Esta función particular de la serpiente se desarrolló a partir de su posición de animal protector del hogar, si bien los mismos griegos sugirieron en ocasiones que el tuétano de los huesos de un cadáver se convertía en serpiente. También, la serpiente representa un icono religioso, un vehículo de lo sagrado mediante el cual la realidad metafísica y las verdades primordiales se manifiesta en el imaginario griego. Sólo tenemos que mirar en los principales mitos griego: el combate cosmogónico entre Zeus y Tifón, la lucha de Apolo con la serpiente Pitón por la posesión del santuario délfico, el combate de Cadmo con la serpiente tebana y los viajes iniciáticos de Jasón en la Cólquide,  Heracles en el Jardín de las Hespérides, Medusa y Perseo entre otros.

Dentro del mito, la serpiente juega un papel destacado con múltiples significados e interpretaciones como que la serpiente se despoja de la vejez renaciendo, la relación con la sanación y la capacidad para devolver la vida, su relación con el falo masculino y la fertilidad femenina, con la eternidad y su configuración tardía como símbolo del tiempo que retorna sobre sí mismo, su papel de custodia de las fuentes de la vida y la inmortalidad; las creencias acerca de su androginia, omnisciencia, agresividad, insomnio, vigilia, así como su unión con las fuerzas oscuras y consideración como ser que realiza, facilita o dificulta la transición entre niveles, rompiendo así el propio espacio de la realidad presente. En definitiva, la creencia en una fuerza especial, residente, emanada, inherente o simbolizada en la serpiente, una fuerza, una energía alineada en el lado de lo primordial, la fuerza pura y sola: en suma, la vida, con todas sus paradojas y complejidades.

Por otra parte, el tema de la serpiente entendida como alma de los muertos no es demasiado objetiva, ya que se utiliza el término “alma” sin reflexionar sobre la relación entre la psiqué como alma de los muertos y la serpiente. Hesíodo describía la mudanza de la piel de una serpiente con las palabras “sólo la psiqué permanece”. Es posible que la atribución de psiqué a una serpiente esté relacionada con el raro poder de mudar la piel que posee este animal.

wpid-Rihanna-en-GQ1-300x194El análisis de este símbolo en la cultura griega demuestra que el mito de la serpiente nunca murió realmente, ya que su polivalente morfología , su capacidad de adaptación y la larga lista de mitos y situaciones religiosas a las que estaba ligada, le garantizaron una larga supervivencia, cuyo mensaje es el de acercar al hombre a lo ininteligible.

Como curiosidad, este animal se convierte en el único vestuario de la cantante Rihanna en la portada del 25º aniversario de la revista GQ en Reino Unido, del mes de noviembre, donde la cantante aparece caracterizada como la nueva «Medusa» griega.

Obras de referencias recomendadas:

Enlaces sobre la misma temática:

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