Archivo mensual: May 2022

Bajo la sombra del Vesubio: tempus fugit

Autor: George Julius Scrope

Tras la Titanomaquia[1] comienza un periodo mitológico clave. Gea (la diosa primigenia de la Tierra y abuela de Zeus) quiere vengarse engendrando a los Gigantes porque Zeus decidió castigar a los Titanes en el Tártaro. De esta manera se entabla una cruenta guerra entre los Gigantes y los dioses olímpicos. Los dioses olímpicos, tras consultar al oráculo, necesitaban un aliado mortal que luchara a su lado para vencer a los Gigantes. Tras un periodo de reflexión decidieron que Hércules representaba el héroe por excelencia para que, de nuevo, se restableciera el orden tanto en el Cosmos como en la Tierra. Pero Gea creó un brebaje para impedir que los Gigantes murieran en manos de Hércules. Sin embargo, Zeus también ordenó a Helios (la personificación del Sol), Selene (la personificación de la Luna) y Eos (la personificación de la Aurora) que dejaran de brillar con su fulgor para que la semilla de la poción no creciera. En otras versiones se cuenta que Zeus aprovecharía la oscuridad para robar dicha semilla.

La gran batalla se libró en los Campos Flegreos, situado en el Golfo de Nápoles, en la cercanía de Cumas[2]. Había un Gigante por cada Dios Olímpico; cada gigante tenía una fuerza y agresividad brutal creada para aniquilar a un dios en concreto. Todo estaba bien orquestado por Gea para alzarse con la supremacía del cosmos. Pero se tuvo que contar con la ayuda de Hércules para que el poder y el orden del universo cayera en el lado de Zeus, tal como predijo el oráculo.

Hércules Farnesio. Copia romana de un original de Lisipo, siglo IV a. C. Museo Arqueológico Nacional, Nápoles.

 «Heracles en Flegra dio muerte a unos gigantes soberbios»[3].

Todos los Gigantes fueron contrarrestados y eliminados, pero algunos de ellos acabaron presos. Por ejemplo, Mimas fue sepultado por Hefesto bajo una masa de metal fundido, en la que sigue preso bajo el Vesubio.[4]

Así que tenemos a un Gigante palpitando bajo el Vesubio, su ira aún no se ha apagado. Su madre Gea le recuerda que tiene una naturaleza salvaje e indómita y que algún día tendrá que rugir desde las entrañas de su ser…¡y sí que rugió!. Clío, la musa de la Historia, me reveló el siguiente relato cuando visité Pompeya:

El 24 de Octubre del año 79 el sol alcanzaba su cenit. Un grupo de niños se afanaban en la representación de la guerra de Troya dividiéndose en aqueos y troyanos. Uno de ellos se jactaba de ser Eneas, el otro de ser Odiseo. Ambos batallaban junto a la fachada de la Villa de Poppea imaginando que estaban en las murallas inexpugnables de Troya; mientras, los otros niños jaleaban el combate como si estuvieran en el Circo Romano.

A varias manzanas, en el Teatro romano ensayaban un fragmento sobre el origen de la ciudad de Roma. Un joven Eneas logra escapar de la ira de Ulises gracias a la ayuda de su madre, la diosa Venus. Fue a desembarcar en Italia, en la región del Lacio, donde se casó con la hija del monarca Latino, Lavinia, y fundó un reino. Ocho generaciones después, una de las descendientes de Eneas, Rea Silvia, mantuvo una relación amorosa con el dios Marte. De aquel encuentro nacieron dos gemelos: Rómulo y Remo. Ambos tienen doble linaje: por un lado, proceden de la diosa Venus, gracias a Eneas; y, por otro lado, también tienen el linaje divino y la protección de Marte, por vía paterna.

Clío proseguía su relato con todo tipo de detalles…

La vida en la próspera ciudad romana de Pompeya fluía con total naturalidad aquel día cuando súbitamente Mimas (tras oír los consejos de Gea) explotó y lanzó una nube con forma de hongo que invadió todo el cielo pompeyano. Luego, Mimas agitó con toda su ira y vomitó cenizas y fragmentos de piedra pómez incandescentes: Helios (la personificación del Sol) quedó completamente eclipsado por la oscuridad que emanaba del interior de Mimas, dando lugar a una noche que duraría dos días. Luego, dieron comienzo fuertes agitaciones bajo la tierra; la fuerza y la agresividad del Gigante Mimas hizo que Pompeya y Herculano desaparecieran sepultadas por un tapiz blanco de varios metros de espesor. Todo había quedado arrasado, ni rastro de los viñedos que crecían en las laderas del monte Vesubio. El silencio se adueñó de la tragedia humana.

Reloj de sol en el Templo de Apolo en Pompeya. El tiempo se paró el 24 de Octubre del año 79 de nuestra Era.
Inscripción localizada en la Regio V. Pompeya.

La sucinta inscripción de arriba corroboró lo que ya los arqueólogos y los historiadores sospecharon: la fecha de la erupción del Vesubio que sepultó Pompeya. La inscripción está realizada a carboncillo sobre una pared y reza “decimosexto día antes de las calendas de noviembre» que correspondería al 17 de octubre y, por lo tanto, una semana antes de la trágica erupción.

Al parecer el copista (el amanuense) se equivocó de fecha al transcribir la carta de Plinio el Joven en la Edad Media. La fecha hasta hace poco era el 24 de Agosto del 79 de nuestra Era.

Templo de Júpiter en Pompeya

El Templo de Júpiter fue construido alrededor de 250 a. C. y fue dedicado originalmente a Júpiter : fue construido durante un período de fuerte expansión urbana de la ciudad y pronto se convirtió en la principal estructura sagrada de Pompeya.

Júpiter, Juno y Minerva son las tres deidades del Imperio. El templo de Júpiter, en el Foro, acoge a los dioses tutelares de la ciudad. Sin embargo, la triada pierde notable influencia debido al culto imperial que recarga los lugares con estatuas, arcos, pinturas…En el ámbito privado son muchas las tendencias, desde quienes veneran a Isis hasta los seguidores de Dioniso y Sémele, representados en los frescos de la Villa de los Misterios.

Villa de los Misterios

Observamos una decoración impresionante, la más importante de toda Pompeya, en mi opinión. Estas decoraciones tan colosales se conocen con el nombre de megalografía, por el gran tamaño de los personajes representados.

Hay varias interpretaciones. En principio, parece ser la representación de un culto dionisiaco de carácter mistérico en relación a una serie de ritos iniciáticos para mujeres destinados a la adoración de Dioniso (Baco en la versión romana). Dioniso queda representado en la figura de un hombre ebrio, apoyado el regazo de su esposa Ariadna; aunque, las versiones vacilan a la hora de interpretar dicho fresco.

Villa de los Misterios

Templo de Isis

Isis es una diosa del Antiguo Egipto. Su culto se extendió a lo largo del mundo grecorromano. Fue venerada como matrona de la maternidad y del matrimonio, así también está conectada con ciertos ritos místicos y de la práctica de la magia.

Calzada típica de Pompeya

Cuando uno pasea por Pompeya es inevitable observar pinturas pompeyanas en las villas, relacionadas con la mitología griega: podemos ir reconociendo, por ejemplo, a Teseo, Ariadna, Hermes (Mercurio en la versión romana) o distintas escenas de la Guerra de Troya. Pompeya es un museo abierto que te va sorprendiendo conforme vas caminando. Pasear por sus calles, entrar en sus tabernas, en los espacios cívicos y públicos, en sus templos, en definitiva, es una entrada a su mundo cotidiano, la forma en cómo vivían, indagar en sus quehaceres diarios…todo ha quedado plasmado en una estampa inmóvil, una imagen congelada…¡es impresionante! Te da mucha melancolía pasear por sus calzadas. El tiempo se ha detenido en un día concreto, las Parcas han cortado los hilos de miles y miles de habitantes, desde personas mayores hasta niños y recién nacidos…

Fresco que representa el Canto I de la Cólera de Aquiles de la Ilíada.
Fresco de una villa de Pompeya donde se observa a Narciso.
La leyenda de Acteón sobre un fresco de otra villa pompeyana
Son muy común los espacios religiosos (lararios), pequeños altares con ofrendas dentro de los hogares.

El larario es un pequeño altar sagrado situado en la vivienda romana. En este espacio se ofrecía ofrendas y oraciones a los dioses protectores del hogar o también se rendía culto a los antepasados.

Anfiteatro de Pompeya
Calcos

Cuando uno contempla los calcos de los pompeyanos te estremeces porque sientes el sufrimiento en sus rostros, la mirada llena de dolor y de impotencia. La muerte se refleja en sus caras…el dolor humano contenido dentro de unos calcos y que nos han sido revelados tal como murieron.

Los calcos muestran la tragedia de los pompeyanos. La ciudad fue sepultada por lava y pumita, lo que provocó que los techos se derrumbaran. También se cubrió todo con cenizas sepultando a personas y animales. Indudablemente, los objetos se quedaron intactos, al formarse una “cápsula” alrededor de ellos.

En definitiva, los estratos compactos y sólidos , con el paso del tiempo, formaron una serie de “vacíos” tal como se refieren los arqueólogos; en otras palabras, los miles de cadáveres se descompusieron, pero sus siluetas se habían mantenido en las cenizas. Fiorelli se dio cuenta de la importancia de estos “vacíos” que los llenó con yeso y agua y tras solidificarse, los resultados fueron tal como se observan en las imágenes. (Enlace sobre Fiorelli y sus calcos).

Los resultados dieron unas impresiones exactas de cómo eran sus facciones de dolor, angustia y tragedia. También se observa lo que llevaban puesto ese día. Las imágenes son de un realismo preciso. ¡Sorprendente!

Un día en Pompeya da para mucho, pero en mi entrada a mi blog he querido destacar lo que he considerado más interesante. Continuamos la visita:

Fauno (Copia). El original está en el Museo. La Casa del Fauno.
Reconstrucción de la Casa del Fauno.
Taberna de comida. En el fresco se observa a Mercurio (dios de los negocios) y a Baco (dios del vino).

La taberna, que da a la calle principal, estaba presidida por un mostrador en el que se disponían grandes contenedores donde se guardaban los alimentos para mantenerlos fríos o calientes.

Reconstrucción de una taberna pompeyana.

Lupanar, prostíbulo de Pompeya.

La visita al prostíbulo fue una parada obligatoria. Dicho lupanar era el prostíbulo por excelencia de Pompeya, el más famoso. Los frescos de las paredes están decorados con escenas sexuales explícitas. El prostíbulo tenía varias dependencias pequeñas con camas de piedras para colocar un colchón. Para ampliar más información sobre este tema os emplazo al siguiente enlace: lupanar.

En el Museo de Nápoles hay una sala exclusiva centrada en el arte erótico en Pompeya y Herculano, denominada «Gabinete secreto». Te encuentras con esculturas obscenas e inadecuadas impropias del refinamiento griego, pero que no dejan de ser curiosas. La imagen de abajo representa muy bien la Sala X del Museo.

El falo como símbolo de fecundidad.

REFERENCIAS

[1] Se recomienda leer la batalla entre los titanes y los dioses olímpicos para entender la lucha por restablecer el orden del universo.

[2] Graves, R. (2016). Los mitos griegos. Ed. Ariel.

[3] Hesíodo: Catálogo de mujeres, fr. 43

[4] Apolodoro, Biblioteca mitológica I.6.2.

PARA AMPLIAR MÁS INFORMACIÓN:

Pompeya: la inscripción que cambió la fecha de la erupción.

Los descubrimientos de Pompeya.

Fiorelli.

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