Archivo mensual: febrero 2024

Retales de Sicilia

Para terminar el ciclo siciliano, abordaremos la última entrada sobre los lugares que visitamos fuera del mundo griego.

VILLA ROMANA DEL CASALE

Me resultó espectacular la Villa Romana del Casale. Fue una antigua residencia romana cerca del pueblo de Piazza Armerina y es conocida por sus impresionantes mosaicos que datan del siglo IV d.C. La villa fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.

Villa Romana del Casale:

La característica más destacada de la villa son sus mosaicos bien conservados. Cubren una superficie de aproximadamente 3,500 metros cuadrados y representan una amplia gama de temas, desde escenas mitológicas y cacerías hasta retratos de la vida cotidiana y actividades deportivas, tal como vemos en la imagen de abajo.

La villa fue construida en varias fases entre los siglos III y IV d.C. y consta de numerosas habitaciones organizadas alrededor de un patio central. Aunque gran parte de la estructura original ha sido destruida o enterrada con el tiempo, aún se pueden apreciar algunos elementos arquitectónicos.

Se cree que la villa fue construida como una residencia de lujo para algún miembro de la élite romana, posiblemente un alto funcionario gubernamental o un noble. La razón exacta de su construcción y los propietarios específicos no se conocen con certeza. Según algunos estudiosos, perteneció a un miembro de la aristocracia senatorial romana, quizás un gobernador de Roma bajo el emperador Constantino.

Para ampliar más información sobre la Villa Romana, pincha: aquí.

Para mi la visita a la Villa Romana del Casale merece la pena para apreciar la maestría artística de la antigua Roma y comprender mejor la vida en ese período histórico. Personalmente me fascinaron los mosaicos de la villa porque representan una amplia variedad de temas, desde escenas mitológicas hasta escenas cotidianas de la vida romana. Hay mosaicos que representan cacerías, batallas navales, escenas de gladiadores, atletas en actividades deportivas, así como representaciones de animales y la vida diaria.

CATEDRAL DE MONREALE

La Catedral de Monreale está ubicada en la ciudad de Monreale, cerca de Palermo. La construcción de la catedral comenzó en 1174 bajo el patrocinio de Guillermo II de Sicilia. La catedral se completó en 1182. La catedral es un ejemplo destacado de la arquitectura normanda, combinada con influencias árabes y bizantinas. La época en la que se construyó fue un período de convivencia cultural entre estas civilizaciones, y esto se refleja en el diseño y la decoración de la catedral.

CATEDRAL DE MONREALE

La catedral presenta una mezcla de estilos arquitectónicos, incluyendo elementos normandos, árabes y bizantinos. Su fachada es imponente, con una estructura clásica de tres naves.

El interior de la catedral está decorado con mosaicos de gran belleza y complejidad. Las columnas, capiteles y detalles arquitectónicos muestran la influencia de diferentes culturas.

Los mosaicos cubren aproximadamente 6,340 metros cuadrados de superficie, narrando historias bíblicas y escenas de la vida de Cristo. Estos mosaicos son conocidos por su colorido, detalle y expresión artística. Podemos admirar uno de los mejores ejemplo de arte bizantino en Europa. ¡Impresionante!

CATEDRAL MONREALE. IMAGEN: WIKIPEDIA.

La Catedral de Monreale, junto con otros sitios normandos en Sicilia, ha sido designada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997 debido a su importancia histórica y arquitectónica. La localidad de Cefalú también tiene otra iglesia del mismo estilo y que disfrutamos de este coqueto pueblo siciliano.

TAORMINA

Nos encontramos con el templo de Serapis que se encuentra debajo de la iglesia de S. Pancrazio en Taormina. La Iglesia de San Pancracio de Taormina se encuentra justo fuera de las murallas de la ciudad, cerca de los llamados Baños Bizantinos. Su construcción se remonta a la época bizantina, reutilizando los restos de un antiguo templo griego dedicado a los dioses Isis y Serapis. 

La atribución a estas divinidades egipcias (Serapis e Isis) fue posible gracias al descubrimiento de dos inscripciones, una en griego y otra en latín. El santuario data de finales del siglo III y principios del II a.C. 

Entre ellos, una estatua de una sacerdotisa de Isis, hoy en el Museo Salinas de Palermo, y un anillo de oro con una inscripción griega.

La joya de la corona de Taormina es su teatro.

Para ampliar más información sobre Taormina, os recomiendo el siguiente enlace porque la ciudad es espectacular y merece su visita. Enlace: Taormina. Ya lo dijo Goethe, que «Taormina es un paraíso en la tierra».

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EL CULTO A DIONYSOS

Fuente: melmothlibros02

Dionisio. Fuente: Wiki Mitología

Para que se revele benéfica, esta Potencia del desconcierto, cuya irreprimible exuberancia y dinamismo invasor parecen amenazar el equilibrio de la religión cívica, es necesario que la ciudad acoja a Dionysos, lo reconozca como suyo y le asegure un lugar en el culto público, al lado de los otros dioses.

Celebrar solemnemente con la comunidad entera las fiestas de Dionysos; organizar para las mujeres una forma de trance controlado, dominado, ritualizado, en el marco de thiases o thiasos (*) oficializadas y promovidas a instituciones públicas; desarrollar para los hombres -a través de la alegría provocada por el vino y la embriaguez, el juego y la fiesta, la mascarada y el disfraz- la experiencia de un extrañamiento del curso normal de las cosas; fundar, finalmente, el teatro en cuya escena se corporiza y se anima la ilusión, y lo ficticio se presenta como si fuera realidad. 

En todos los casos se trata, integrando a Dionysos en la ciudad y en su religión, de instalar al Otro, con todos sus honores, en el centro del dispositivo social.

Plenitud del éxtasis (literalmente, «estar fuera de sí»), del entusiasmo (palabra que significa tener a la divinidad en nuestro interior), de la verdadera pasión (pathos: sensibilidad), ciertamente, pero también bienestar del vino, de la fiesta, del teatro; placeres del amor, exaltación de la vida en lo que implica de alumbramiento y de imprevisto, alegría de las máscaras y del disfraz, felicidad de lo cotidiano.

Dionysos puede aportar todo esto si los hombres y las ciudades aceptan reconocerlo. Pero en ningún caso llega para anunciar una suerte mejor en el más allá. No preconiza la huida del mundo, no predica el renunciamiento ni pretende preservar las almas con un género de vida ascético para el acceso a la inmortalidad. 

Actúa para hacer surgir, desde la vida de este mundo, alrededor de nosotros y en nosotros, las múltiples figuras de lo Otro. Nos abre, en esta tierra y en el mismo marco de la ciudad, el camino de una evasión hacia una desconcertante extranjería. Dionysos nos enseña y nos fuerza a convertirnos en otro distinto del que somos de ordinario. 

Sin duda, es esta necesidad de evasión, esta nostalgia de una unión completa con lo divino lo que, más todavía que el descenso de Dionysos al mundo infernal para buscar a su madre Semele, explica que el dios haya podido encontrarse asociado, a veces muy estrechamente, a los misterios de las dos diosas eleusinas. 

Cuando la esposa del arconte-rey parte a celebrar sus bodas con Dionysos, es asistida por el heraldo sagrado de Eleusis, y en las Leneas, posiblemente las fiestas áticas más antiguas dedicadas a Dionysos, el portador de la antorcha de Eleusis eleva la invocación, coreada por el público: «Iacchos, hijo de Semele». 

El dios está presente en Eleusis desde el siglo V.   Presencia discreta y papel menor en unos lugares donde no tiene templo ni sacerdote. Interviene en la forma de Iacchos, al que está asimilado y cuya función es presidir la procesión de Atenas a Eleusis durante los Grandes Misterios.

Iacchos es la personificación del jubiloso grito ritual, lanzado por el cortejo de las mystes (místicas o iniciadas en el culto), en un ambiente de esperanza y de fiesta. Y en las representaciones de un más allá, del cual los fieles del dios de la manía (locura divina) apenas parecen preocuparse en esta época (excepción hecha, tal vez, del sur de Italia), se ha podido imaginar a Iacchos conduciendo bajo tierra el coro de iniciados, como Dionysos capitanea en el mundo la thiasos de sus bacantes.


(*) En la mitología griega, el thíasos (θίασος) designaba a una comitiva extática que seguía a Dionysos y descrita frecuentemente como un grupo de juerguistas borrachos. ​ En los vasos cerámicos y en los bajorrelieves se observan como miembros de un thíasos a solitarias mujeres agitando el tirso (vara adornada con hojas de hiedra y parra, rematada con una piña en la punta).

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