El espectáculo que la compañía de teatro «El aedo» ofreció el pasado 28 de julio en Granada (España) fue una pesadilla, un horror, una gran mentira, un montaje hecho al estilo de los programas reality show que arrasan en los medios, porque son productos comerciales y vacíos que sólo aportan basura a nuestra sociedad perjudicando seriamente la salud cultural. La compañía de teatro lapidó a Ulises con miserias, mentiras, calumnias y trapos sucios; invirtió los simbolismos de Homero, referente de la cultura griega.

Ulises atado al mástil de su barco tratando de vencer la atracción de las sirenas. Cuadro de Leon Belly Las sirenas (Museo de l’Hotel Sandelin, Saint Omer, Francia).
El mundo homérico tiene una forma de ver la verdad que ha llegado a nosotros convirtiéndose en una tradición poética, en parte por reflejar su sociedad, no tan distante y lejana como podemos creer. En Homero, por ejemplo, se puede destacar las relaciones del hombre con la naturaleza, del hombre con el hombre, del hombre con dios, donde la ética, la moral y la psicología son las herramientas fundamentales del hombre para posicionarse ante la vida. Nuestro mundo, tal como se ve hoy día, está desequilibrado, desmoralizado, desestructurado y hay una carencia de valores humanos en cada rincón de la tierra. Así son los dioses homéricos, que se presentan en el mundo real tal como los vemos, con sus objetivos irracionales y sus intervenciones más bien erráticas. Homero ha llegado a nosotros porque nos muestra, en cierto modo, la verdad, una verdad con la que yo me identifico plenamente y que trato de ensalzar y a la vez de desmenuzar.
¿Qué se aprende con Homero? Con Homero se aprende un camino: el hombre tiene que ser fiel a sí mismo, sin más.
De la obra de Homero emana una sabiduría que llama poderosamente la atención: una crítica a una sociedad y una comprensión de esta. Homero nos presenta la cruda realidad tal como es, no acorde con nuestros deseos y sueños que anhelamos diariamente. Por eso, nosotros, como lectores, como observadores de la vida, de la naturaleza, de nuestro entorno, debemos usar la inteligencia (Nous) en su más alta esfera porque las exigencias de la vida son tal como nos las presenta Homero. Por eso, hay que penetrar dentro de dicho pensamiento para discernir el papel que el hombre juega en esta vida.
La compañía de teatro El aedo le puso una máscara al Ulises de Homero con trapos sucios de Sófocles y Píndaro.
En la obra que vi, los valores homéricos quedan adulterados, falseados, impuros y manipulados, además de mezclados con otros ingredientes que no corresponde con la magna obra de Homero. Por ejemplo la alusión a Sófocles que trató la muerte de Ulises en Ulises herido, de la que sólo se han conservado algunos fragmentos. En esta obra, Telégono, el hijo que Ulises había tenido con Circe llega a Ítaca y mata a su padre ignorando su identidad. Telélogo se casa con Penélope y Telémaco con Circe. Mi pregunta es: ¿Por qué no se han escogido a los estoicos que proponen a Ulises como ejemplo de buena conducta? Es «el héroe paciente» por excelencia. Horacio celebra la templanza de Ulises (Epístolas, 1,7) y Séneca su prudencia (Cartas a Lucilo, XX, 123). ¿Por qué no se destacó esas virtudes? ¿Por qué caricaturizar de manera mísera a Ulises? Homero y Ulises son una bella enseñanza para la vida de hoy, una forma de conciencia para superar el fracaso, no una pesadilla donde no se nos muestra salida alguna. Ya tenemos suficiente con lo que se ve en los medios de comunicaciones manipuladores y corrosivos para ahora manipular al Ulises de Homero. Ulises no es un mediocre, no es un barrio bajero sin compasión, no es el hombre «de las mil mentiras» como se quisó vender en la obra de teatro. Ulises es luz, un faro que ilumina desde un extremo de la civilización humana hasta el opuesto. Pero el Ulises de la versión de la compañía de teatro tiene el alma oscura y los sentimientos opacos: muestra la cara ácida de la antigua Grecia; para mi Ulises es luz, no es un muerto viviente como pasa hoy en nuestra sociedad que se dirige en masa uniformada sin reflexionar sobre la vida. ¡Ulises es reflexivo e intuitivo!
La compañía no sólo invirtió los valores de la cultura griega sino que fue más allá: violaron la mitología, el mito. Fue tal bajeza que ya mi indignación fue máxima. Destriparon los pasajes de Homero explicando empíricamente los mitos de Circe, Calipso, Polifemo, las Sirenas…Ningún hombre debería tratar de obtener beneficio a costa de la ignorancia de otra persona. Cicerón (106 AC-43 AC).
El error de la compañía teatral fue querer interpretar los mitos de Ulises de manera racional y lógica: Homero utiliza el mito de manera alegórica. El mito es uno de los fenómenos culturales que más directamente ha influido sobre el pensamiento del hombre y su conciencia. Han llegado a nosotros porque tienen la peculiaridad de responder a las preguntas más profundas que una comunidad científica o religiosa pueda plantearse. Detrás del mito hay una respuesta a los orígenes del hombre, a su destino y a todos los elementos que envuelven nuestro entorno, a las estructuras fundamentales de la existencia, el mundo con todos sus movimientos sociales y políticos. Detrás del mito se esconden realidades transempíricas, intuiciones (a través del simbolismo) y metafísicas. La compañía se cagó en el mito y borró toda huella de simbolismo trascendente y dicha lectura sobre el mito y los mitos son reflejos de una mentalidad manipuladora, tóxica, depredadora e inculta.
Homero, ¡Presente!
Gracias por perpetuar y defender los valores de la Grecia antigua!! Homero, presente!
Gracias Patri, seguiré luchando contra los manipuladores y la manipulación cultural que sufrimos en nuestro sistema globalizado. Homero, presente!
La gente cree que hay que educar sólo para lo que sea rentable, para que se gane dinero, y una vez que se gane dinero, la cultura no tiene importancia. Hoy en día se piensa en que hay que educar a la gente sólo para que produzca y consuma. No se educa en cosas que estimulen la reflexión, la lectura, la crítica. Tragamos con toda la mierda que nos den. Gracias por el artículo, es un aviso de lo que nos llega del NOM (Nuevo Orden Mundial)
Gracias Alfredo, es nuestro deber limpiar la basura cultural que hay depositada en nuestra sociedad. Lo importante es defender nuestro legado clásico. Gracias, gracias por tus comentarios.
Yo también he visto la obra y estoy totalmente de acuerdo contigo. Para mi el mayor error fue obviar el símbolo, la metáfora , lo que esconden las palabras. No hace falta que nos digan que las sirenas no existen eso está claro, pero la mitología nos presenta con sus símbolos una realidad oculta a los ojos. Por otro lado , la humanidad necesita héroes y la sabiduría de la antigüedad no un mensaje derrotista y materialista como el que presenta la obra. Hay Homeros para todos y está claro que cada uno interpreta una obra como quiere pero no obviando la esencia de una obra literaria: esconder bajo la palabra un mundo real.
Gracias Ofelia por tu opinión personal sobre la obra. El mito es una narración memorable y tradicional, viene de generación en generación. No podemos «violar» los versos clásicos, sí llevarlos a nuestro pensamiento actual, pero nunca alterando el principio activo del mensaje. Es importante tener referentes, desde luego, en un mundo que se inclina hacia arquetipos vacíos, carentes de valores y principios. No podemos montar un teatro con vullgarismos y superficialidades, ya tenemos bastante con la telebasura. Pero, desgraciadamente, la telebasura vende ¡y mucho! y atrae a las masas no-pensantes de hoy día. Homero no juega, afortunadamente, en ese campo y su Ulises seguirá siendo inmortal dos mil años más. Homero: ¡Presente!