El origen de la Semana Santa

La Pascua se celebra siempre el primer domingo después de la luna llena que sigue el equinoccio de la primavera. ¿Cómo es posible que una fiesta religiosa determina su fecha de celebración por las fases de la luna?

Esta celebración no es nueva, la primera vez que se escuchó algo sobre la luna llena tras el equinoccio de la primavera fue en Babilonia, cuando uno de los nietos de Noe, Cus, se casó con la bella Semiramis. Semiramis no era otra que la hija de la Luna, la cual, tras un ciclo de 28 días dio a luz a un huevo gigantesco. Pues, Semiramis y Cus, tuvieron un hijo, Nimrod. Nimrod, tras la muerte de su padre, se casó con su madre y se convirtió en un rey poderoso, mencionado bastantes veces por la Biblia.

Sin embargo, este nuevo y poderoso rey, en algún momento fue asesinado por un soldado enemigo. Su cadáver se despedazó y se repartió por todas partes de su reino. Semiramis consiguió reunir todas estas partes, menos su falo, así que no pudo darle la vida otra vez. Entonces dijo a su pueblo, que Nimrod estaba ya en el cielo y que visitaría la tierra, en forma de llama, cada vez que sus feligreses prendieran una vela. Semiramis no tardó mucho en aceptar su naturaleza divina y se convirtió en Istar (os recuerda un poco el término inglés de la Pascua, ¿verdad?). Muy pronto, se quedó embarazada, ni más ni menos de los rayos del Sol, donde se encontraba Nimrod. Su hijo se llamó Tamuz y exactamente como su padre se dedicó a la caza. Su animal favorito fue la liebre y por eso se convirtió en el animal sagrado en el reino de Babilona. No obstante, llegó el día que Tamuz se mató por un cerdo. Istar declaró que su hijo se unió con su padre al cielo y entonces ella se convirtió en Madre del Dios.

Istar corrió tras él hasta el reino del inframundo y consiguió traerlo en la tierra, no solo una vez, sino varias en un círculo eterno de vida, muerte y resurrección. Cada año, Tamuz moría y el Medio Oriente sufría de calor y sequía. Cuando llegaba la época de las lluvias la tierra florecía de nuevo.

Cada año, 40 días antes de la fecha de la muerte de Tamuz, la gente se abstenía de la carne. Durante las celebraciones religiosas, siempre estaba presente el símbolo de la T de la primera letra del nombre de Tamuz. El primer domingo tras la luna llena que seguía el equinoccio de primavera, se hacía una fiesta muy grande: El domingo de Istar, que se celebraba con huevos, liebres y cerdo asado.

Istar y Afrodita

Muchos investigadores comparan a Istar con la diosa Afrodita de los antiguos griegos. Pues las dos, aparte de diosas del amor y de la fertilidad,  comparten semejanzas en las historias relacionadas con sus compañeros. En concreto, existe un paralelismo entre las historias de Istar con Tamuz y de Afrodita con Adonis.

Adonis y Afrodita

Es bien sabido que tanto Afrodita como Perséfone quisieron locamente a Adonis y las dos exigieron su amor. Sin embargo lo ganó Afrodita en la tierra, ya que Perséfone solo lo disfrutaba un tercio del año que se le permitía visitarla en el reino de Hades.

Sin embargo, el dios Aris, siempre enamorado de Afrodita quiso enviar a Adonis al reino del inframundo de manera permanente. De esta forma, un día que Adonis se fue a cazar, Aris se disfrazó en jabalí y lo mató.

Ahí es donde se encuentran las raíces de la costumbre de las procesiones y del “epitafio” ya que durante las celebraciones a honor Adonis que tomaban lugar cada primavera, mujeres en luto, colocaban sobre un lecho fúnebre flores, frutos e inciensos y lo llevaban por las calles cantando canciones de duelo. El día siguiente se celebraba su resurrección.

Estas dos, y muchas otras tradiciones más, que se celebraban o todavía se celebran en diferentes partes de este mundo nos parecen algo conocidas; una concepción algo diferente de las comunes, una muerte anticipada, una abstención de la carne durante 40 días, la letra T que recuerda el símbolo de la cruz y procesiones de lechos fúnebres decorados con flores, una resurrección. Y además una celebración muy importante durante la primavera, un domingo después de la luna llena de equinoccio de primavera que se celebra con huevos y carne asada.

El motivo del Dios que muere y después regresa en la tierra se repite en ambientes lejanos y completamente diferentes: desde el norte de Europa con Odín y Lamincainen, el Medio Oriente con Osiris, Mithra e Istar, la India con Ganesa y Crisna, hasta América con el culto del dios Quetzalcoatl. Todos estos ejemplos siguen demostrando la atracción que ejerce la muerte sobre los humanos.

Fuente original: mi mundo griego

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