La unificación del alma

La unificación del alma sólo existe en el centro de nuestro Ser, en el eje del péndulo que ya no está sometido a las oscilaciones del «si» y «no»

4 comentarios

Archivado bajo Reflexiones Metafísicas

4 Respuestas a “La unificación del alma

  1. Ofelia

    No entiendo muy bien esta reflexión. Me parece interesante pero no capto del todo su sentido ¿podría explicarlo de otro modo? muchas gracias . Original este blog…

    • Esta frase, principalmente, nos enseña a despojarnos de las múltiples «máscaras» que llevamos en nuestras vidas: «me gusta» o «no me gusta» «blanco» o «negro». Nuestras emociones, así como nuestros sentimientos son como olas, cambiantes, y son las que les damos más importancia y no es así. Por encima de todo, hay que encontrar la unidad, lo estable, lo real, que es el mar, y no las olas. Por eso, tenemos que abandonar nuestras oscilaciones internas pendulares (olas) y permanecer en el centro (mar). Con esta metáfora, espero que hayas entendido esa reflexión.

  2. Ofelia

    Un poco como el «aurea medicritas» de Horacio…El término medio de los epicureistas…

    ODA II (Libro 10) Horacio

    Acertarás más en la vida, Licinio, si no estás siempre
    aventurándote hacia alta mar y si no te acercas
    en exceso a la costa poco fiable por recelo
    y horror al temporal.
    Todo aquél que escoge la áurea moderación
    se siente amparado y preservado de la sordidez
    de un techo ruinoso, se siente alejado y preservado
    de la envidia que causa un palacio.
    Es más frecuente que los vientos agiten los pinos
    más altos, y que las torres elevadas caigan
    con más serias consecuencias, y que los rayos castiguen
    las cumbres de los montes.
    Un espíritu bien preparado espera
    un cambio de suerte en momentos adversos, lo teme
    en los propicios, si Júpiter es quien vuelve a traer
    los ingratos inviernos, él mismo
    hace que se alejen. No porque hoy vaya mal, en el futuro
    también habrá de pasar lo mismo: de vez en cuando despierta
    a la musa silenciosa con su cítara, que no sólo el arco
    sabe templar Apolo.
    En las dificultades muéstrate decidido
    y valiente. Igualmente, ten la sensatez
    de replegar velas cuando las hinche un viento
    demasiado favorable

  3. Ofelia

    (perdón, oda 10 libro 2)

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